ÚRSULA SALCEDO ALIAGA
Docente con dos licenciaturas en Educación Artística, especialidad en danzas, una de ellas por la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, además de estudios de maestría en Investigación y Docencia Universitaria.
Su amplia experiencia en educación y promoción cultural se ha desarrollado en la Institución Educativa Emblemática Elvira García y García, diversas UGEL, y liderando talleres de danzas del Ministerio de Educación. Actualmente es profesora de la I.E.E. Miguel Grau.
¿Cómo nació el interés por las danzas, en especial por el Huaylarsh de chacra o antiguo?
A los 5 años, participé de un concurso de danzas en el Jardín en Huancayo, fue con la danza Chonguinada. Creo que ahí nació el interés. Luego en la época escolar, integré el elenco de danzas del colegio Nuestra Señora del Rosario de Huancayo. A la vez, participaba del grupo de danzas TUKI, practicando el huaylarsh antiguo, por ser una danza muy ágil con movimientos y contenidos ancestrales.
¿Cuál es el significado artístico de la danza Huaylarsh de chacra?
El huaylarsh simboliza el contrapunto y galanteo entre el Walarsh y la Wambla al término de una faena, agrícola, pastoril o ganadera. Pero observamos dos modalidades que se dividen en Huaylarsh Carnaval y Huaylarsh agrícola o de chacra. En la vestimenta, la primera utiliza el bordado en mujeres y varones, ejecutándose con zapatos. En el agrícola, se usa la bayeta para varones y las damas usan un fustán ribeteado y manta o lliclla tejida. Y se baila sin zapatos, dependiendo de la representación seleccionada.
En la forma de bailes, el huaylarsh antiguo se ejecuta recreando los movimientos y procesos utilizados en la chacra, como por ejemplo la forma de trabajar la siembra. Recrea el festejo de la buena producción o del buen trabajo.
¿Cómo se vincula esta danza en particular con la formación educativa?
Se vincula porque demanda mucho esfuerzo, constancia y trabajo colectivo; es un compromiso y desafío. Además, una danza no solo debe ejecutarse con solvencia y rigurosidad sino, además, debe transmitir el espíritu, emoción, significado y belleza de una expresión cultural.
Si hablamos de destrezas psicomotoras, la danza permite desarrollar nuestra coordinación a la máxima expresión, porque es una representación muy ágil, que es exigente a varios niveles y, además, fortalece la atención y concentración, tanto auditiva como corporal.
Finalmente, nos ayuda a saber cómo cuidar nuestro cuerpo, así como la importancia de calentar y estirar los músculos y articulaciones, el primer y último paso al ejecutar una danza para evitar lesiones o problemas.
¿Por qué recrear este tipo de danza puede fortalecer la identidad local y nacional?
Considero, que, además, de fortalecer la identidad, promueve la diversidad cultural, así como el reconocimiento y respeto entre nuestros pares.
¿Cuáles fueron los desafíos más memorables que ha podido superar como artista y profesora de educación?
Un desafío fuerte fue insertarme en una sociedad prejuiciosa, que me asumía como una persona inferior por bailar o escuchar huayno. Como docente, trabajo con estudiantes que muchas veces esconden sus orígenes por vergüenza y miedo a ser discriminados. Por eso, en cada clase siempre les reafirmo a mis estudiantes, lo orgullosa que me siento de ser de la sierra y sobre todo wanka, que es mi identidad y lo más preciado que tengo en la vida. De esa forma, fortalezco la autoestima de mis alumnos; y la multiculturalidad enseñando danzas de todo el Perú.
¿Puede brindarnos algunas recomendaciones para profesoras y profesores que recién inician la docencia artística o emplean las danzas para enseñar?
La mejor recomendación que puedo dar es que, para enseñar, hay que estudiar e investigar el proceso de las danzas, que no solo son movimientos o desplazamientos, sino que son principalmente conocimientos vinculados a la historia de un pueblo, a la tradición textil, a los idiomas originarios, a los instrumentos musicales, a los frutos de la tierra, etc. Todas estas manifestaciones constituyen y nutren las danzas de nuestro país.